Como encontré Ibiza...

La visité por primera vez en 1994 y es donde voy para reponerme del trabajo. Tiene algo especial, como si te dijera «ve a donde quieras, haz lo que quieras, déjate llevar». En Ibiza me siento feliz y relajada. Adoro la isla.

Alguna de sus mil caras...

La isla tiene propuestas para todos los gustos. Un día puedo ser hippie y explorar las montañas o si lo que prefiero es salir de fiesta, tengo los mejores clubes de Europa, en cambio, si lo único que quiero es sentirme zen, puedo relajarme en una de sus maravillosas playas. Te ofrece toda clase de energías en las que sumergirte, es un lugar de una riqueza sin fin.

Un lujo en la isla...

Para mí, el lujo significa estar en un lugar de belleza natural en el que pueda sentirme libre. Así me siento en Ibiza, relajada y cómoda. La gente no te presta atención, eres libre para ser tú mismo sin que nadie te juzgue o se entrometa en tu vida. Eso es un lujo en este mundo, no hay muchos lugares que puedan ofrecerme esto.


Mi momento preferido...

He estado en diferentes épocas del año, pero, definitivamente, el verano es el mejor momento para visitarla. Me encanta el sol, muchos amigos van en verano, además, tanto la vida diurna como la nocturna son apasionantes en esta época del año.

Desde lejos, un recuerdo...
Cuando me voy de Ibiza me siento renovada, casi recuperada. Sigo sintiéndome así durante un tiempo, así que eso es lo que recuerdo, todo el bien que me hace la isla. Además, he conocido a grandes amigos en Ibiza y verlos me trae recuerdos del lugar donde nos conocimos.

La magia de Ibiza...

Diría que son las vibraciones de la isla. Ibiza es un lugar enérgico lleno de vida. Incluso en el rincón más lejano sientes esa energía. Es difícil encontrar una cualidad tan especial en un lugar.


A mis amigos les digo...
¡Depende de qué amigo! Si sé que a mi amigo le gustan las playas, entonces hago hincapié en lo maravillosas que son. Pero si a otro amigo le gusta el ocio nocturno, le hago una lista de todos los fabulosos lugares a los que puede ir.